¿Qué quiere decir no tener recursos?
Esa es la pregunta
que se hizo ayer el ministro Wert. Una de dos, o es un ignorante al respecto, o
un demagogo. Bueno, o una de tres. Ambas cosas.
Decir que las
familias se detraen recursos para no pagar la educación de sus hijos es una
trampa. Porque la educación tiene que ser gratuita, para empezar, y los
recursos que se detraen no es para pagar un coche o una casa mejor sino para
sobrevivir, para vivir mejor, para prosperar.
Comentarle al
Señor Wert que, obviamente, no ha tenido contacto con gente con pocos recursos
(sólo hay que echar un vistazo a su biografía (http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ignacio_Wert)
de lo que me alegro. No voy a entrar en el juego de que usted tenía que haber
padecido lo de otras personas. No. Creo que una de los elementos para que el
sistema sea verdaderamente democrático es que haya una efectiva igualdad de
oportunidades. Siempre lo asemejo a una carrera de atletismo. Mientras unas
personas corren 100 metros lisos otros tenemos que correr los 110 metros vallas
y algunos les ponen más vallas de las reglamentarias. El objetivo, señor Wert,
es que haya menos vallas y que todos los competidores corran en igualdad de
condiciones.
Aparte de las grandes cifras, para lo que recomiendo esta
lectura: http://www.escolar.net/MT/archives/2012/05/que-quiere-decir-no-tener-recursos.html,
comentarle algo de mi propia experiencia.
Nací en 1977, por lo que estudie en la EGB, nada de otro sistema
educativo. Provengo de una familia humilde y numerosa. Y sí, en mi familia se
detraían recursos para que mis tres hermanos y yo estudiáramos. Aún recuerdo la
cara de disgusto de mi padre y su expresión, “joder, otra vez!!”, cuando nos
mandaban otro libro de “lectura obligada”, porque o lo quitaba de otra parte,
haciendo encaje de bolillos en la contabilidad familiar, o trabajaba más, mi
padre es autónomo. Pues sí, se detraían recursos pero no por gusto, ni para
vivir “por encima de nuestras posibilidades”, sino porque no había otro
remedio.
Ya en la universidad más de lo mismo Sr. Wert. No fui un alumno
brillante, de matrícula, pero con esfuerzo no suspendía y sacaba buenas y
decentes notas. Tuve que trabajar varios veranos para sufragarme gastos en
libros, fotocopias y otro material. Pero lo conseguí, me licencié, además en
una carrera hermana a la suya, Ciencias Políticas.
Cuando terminé tuve que hacer varios cursos, varios de ellos de
pago, obviamente, y administrándome mis recursos, detrayéndome de viajar o
infinitas juergas. Tras un par de años vagando por empleos temporales opté por
opositar para lo cual tuve que trabajar los fines de semana y privarme aún de
más cosas, pero, fíjese Sr. Wert, conseguí aprobar una oposición del grupo B,
hoy A2, y obtuve un empleo fijo, por ahora.
Pese a ello tampoco me di al dispendio, realicé mis viajes, en
plan cuasi-mochilero, hoteles modestos o pensiones, líneas de bajo coste, y me
permitía mis pequeños lujos, cosa que ya era hora.
Creo que muchos podemos dar lecciones de detraer recursos en pos
de algo digno y honesto. Mucho más que detraer recursos de sanidad y educación
porque no nos lo podemos permitir o porque “vivimos encima de nuestras
posibilidades”. No fue mi caso ni el de mucha gente Sr. Ministro. Si el de
otros que ahora reciben dinero público por gestionar erróneamente ciertas
entidades.
Así que no nos indigne más, Señor Wert, porque nos podemos
indignar muchos más, sobre todo aquellos que tuvimos que prescindir de muchas
cosas para obtener cierto bienestar, somos muchos los que viniendo de un origen
humilde ascendimos socialmente, incluso algunos le votarían, por si eso le vale
para algo (obviamente yo no).
No nos indigne Sr. Wert, porque podemos estar más indignados y
enfadados.
No nos joda más.
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